lunes, 28 de marzo de 2011

Cuando el mundo deje de ser mundo.

Llenamos el mundo de armas, de artilugios con la única finalidad de matar, pero ¿matar para qué? Enviamos la guerra para conseguir la paz, irónico, ¿verdad?, ¿realmente creéis que me creo toda esa sarta de mentiras? No sois capaces de admitir vuestra cruda realidad, matáis por egoísmo, queréis creer la idea que nos habéis vendido, pero no es real, y parece que no va a serlo jamás.
Mi pregunta es ¿Cómo vais a conseguir la paz en países alíenos a nosotros si no sois capaces de controlar lo que pasa en nuestras calles? Intentáis conseguir grandes cosas sin daros cuenta de que primero hay que arreglar las pequeñas cosas de nuestra sociedad, paseamos por sitios infestados de sueños rotos, de lágrimas perdidas, de lamentos que nadie escucha, de dolor que no grita. La gente sufre y nadie ayuda, ¿queréis un mundo mejor? Dejar el orgullo y el egoísmo a un lado y tenderle la mano a aquellos que lo necesiten. Sabéis que tenéis que hacerlo, pero nadie actúa, vuestro pensamiento es: si él no me ayuda, ¿por qué tengo que hacerlo yo? Nadie va a contestarte, esa respuesta tienes que encontrarla tú, en tu corazón, ¿vale la pena ayudar a los demás? ¿Vale la pena ser buena persona? ¿Vale la pena crear un mundo mejor?
Pero no, tranquilos, el egoísmo os llama, coger las armas, matarlos a todos, ¿qué más da? Si no lo hacéis vosotros, lo hará cualquier enfermedad, cualquier otra persona, cualquier pequeña cosa, ¿te parece cruel? A mi si, i realmente lo es, pero esta es la cruda realidad de nuestro planeta y por mucho que cerréis los ojos, por mucho que os engañéis, todos sabemos que así nada conseguiremos.
Al final, cuando el mundo deje de ser mundo, miraremos al pasado y veremos todo lo que hemos causado sin motivos reales, tan solo espero que en ese momento, alguien se arrepienta.

jueves, 24 de marzo de 2011

¿vida o odio?

Alcohol, armas, drogas, falsos amigos y enemigos que se esconden tras sonrisas falsas, puñaladas traperas, engaños, preguntas sin respuesta o respuestas que nunca saldrán a la luz para supuestamente protegernos, pero… ¿protegernos de qué? La violencia, el odio, el rencor, infinidad de cosas que la mentalidad del ser humano no tendría que entender, están presentes en nuestras calles, en nuestras casas, en nuestros corazones que se esconden tras una coraza intentando no ser vistos, para que nadie les clave un puñal y los rompa en mil pedazos. Nuestro mundo se ha convertido en algo siniestro, en algo doloroso,  ¿y de verdad seguimos preguntándonos cual es el sentido de la vida? En este instante, millones de personas mueren de hambre a una distancia no tan grande de lo que crees, en este instante, nuestros vecinos están maltratando a sus mujeres, en este instante, nuestros amigos nos están engañando sin razón alguna, en este instante están pasando millones de cosas que nadie debería estar sufriendo. Buscamos un sentido a la vida para olvidar aquellas cosas que degradan esta sociedad, pero la verdad es que la vida solo tiene el sentido que tú quieras darle y todas las personas tienen el mismo derecho a poder hacerlo, ¿dejarás que alguien se lo impida? No apartes los ojos, no porque no lo veas, significa que no exista.
Rompe las barreras que te separen de tus metas, lucha por tus sueños y tus ilusiones, pero no olvides que en algún lugar, alguien tan solo aspira a tener un mísero juguete o una hogaza de pan una simple noche, concédele un deseo, dedícale una sonrisa.

jueves, 17 de marzo de 2011

¿Personas?

Las cosas ya no son lo que eran antes, las personas, la tecnología, la tierra entera, han cambiado. Ya no cazamos animales, ahora hemos decidido cazar personas, ya no conocemos gente por casualidad y les pedimos una cita, ahora se conoce gente para engañar y acabar distribuyendo imágenes privadas en al red, ya no hay gente fiel (en el sentido amplio de la palabra), la sinceridad y el amor han quedado en segundo plano, para dar paso a la violencia, los gritos, las guerras, las bombas que tan solo sirven para intimidarnos los unos a los otros. Y mientras nuestros vecinos salen por televisión, mientras aquel desconocido amigo te cuenta sus penas, tú apartas la mirada para no ver en sus ojos el miedo, el odio o el dolor que estos reflejan, pensando que nada malo podría ocurrirte a ti, y, actuando así, te condenas a la ignorancia, enfermedad peor que el cáncer. Y en tú mundo, aquel que no ha sido destruido, abrazas a tus amigos, sin saber que más tarde te clavaran un puñal a traición.
Por todo esto y mucho más, cada día voy a dormirme con la misma pregunta en mente: ¿por qué?